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Cuando hablamos de Panamá lo primero que nos viene a la mente es su canal. Antes de que éste fuera portada de todos los periódicos todo el mundo asociaba la ciudad (y el país, ya que ambos llevan el mismo nombre) a esta obra de ingeniería digna de admirar. Inaugurado en 1914, se trata de una vía de navegación que comunica el Océano Atlántico con el Pacífico y que supuso una gran mejora en las comunicaciones marítimas, ya que permitió que los barcos de carga no tuvieran que bajar hasta el estrecho de Magallanes para cruzar de un lado a otro del continente americano, ahorrando así muchas horas de navegación y sobre todo mucho dinero.
Debajo, el Puente de las Américas, que cruza por encima del Canal y une las dos partes del continente americano.
Primero bajo soberanía estadounidense, el 31 de diciembre de 1999 y gracias al Tratado Torrijos-Carter pasó a manos panameñas, siendo la principal fuente de ingresos del país. Si estáis de visita en Panamá es imprescindible acercarse a alguna de las esclusas que forman parte del canal y observar cómo pasan los barcos. Obviamente no podréis ver cómo cruzan los barcos de un océano a otro pero si podréis ver cómo salvan el desnivel entre el Océano Pacífico (en caso de que estéis en el lado de de Ciudad de Panamá) y la red de ríos y lagos navegables que forman el canal hasta llegar al otro lado del istmo.
Desde Ciudad de Panamá las esclusas que tenemos más cerca son las de Miraflores. Situadas en las afueras de la ciudad, desde aquí podremos ver los barcos que hay anclados esperando que les den paso y, si tenemos suerte, cómo uno de esos barcos pasa por ellas. En el edificio también hay un restaurante donde podremos comer y un museo con la historia de la construcción del canal. Si no recuerdo mal, llamando al museo nos pueden informar de las horas de paso de buques previstas, así nos aseguramos el espectáculo completo.
Cuando un barco debe cruzar pasa a la primera de las esclusas, que está al mismo nivel que el agua del mar. Una vez está dentro se cierran las compuertas y el nivel del agua empieza a subir o bajar, según sea necesario, para quedar nivelada con la de la siguiente esclusa. Cuando ya tenemos el agua al mismo nivel se abre la segunda compuerta y el barco ya puede pasar. De esta manera ha salvado el desnivel y puede continuar su camino hacia la otra costa.
En esta foto vemos cómo un remolcador hace avanzar el barco que está cruzando el canal hacia la segunda esclusa, una vez salvado el desnivel del agua.
Pero Panamá tiene más cosas que ver aparte del canal. Cuando os canséis de este espectáculo os recomiendo que os deis una vuelta por Panamá Viejo, las ruinas de la que fue la primera ciudad y que fue arrasada por el pirata Morgan a principios del 1670.
Estas ruinas contrastan con lo que se ha convertido la ciudad hoy en día, un importante centro financiero y de negocios de América Latina.
Vista del distrito financiero.
Panamá es sin duda un país que nos ofrece muchas posibilidades.
El funcionamiento de una esclusa pude verlo en Egipto… Y la verdad es que impresiona cómo funciona!!!
Qué chulo se ve el Panama Viejo!
Yo no tenía ni idea de cómo funcionaban y me quedé alucinada!